El maridaje de vinos es un arte que conviene dominar cuanto antes si queremos disfrutar de la gastronomía y de los catering en su máximo esplendor. Y de paso, convertirnos en lo que suele decirse en francés, todo un connaisseur.
Desde Ancora Catering te contamos qué es el maridaje de vinos, y te damos 5 reglas para que entiendas a la perfección la conexión que existe entre los dulces, ácidos, amargos, salados y umami.
¿Qué es el maridaje?
El término “maridaje” viene de la palabra “maridar”, que se ha usado tradicionalmente para referirse a la unión perfecta entre dos elementos. En el caso de la gastronomía, el maridaje en un restaurante se refiere a la búsqueda de una relación ideal en cuanto a sabor entre la comida y el vino. El objetivo es encontrar el equilibrio perfecto para nuestro paladar.
No existe un vino que funcione con todas las comidas, y por ello debemos tener en cuenta conceptos como el cuerpo del vino, su acidez o los ingredientes del plato. Para ello vamos a darte nuestras 5 reglas.
Equilibra los sabores intensos
Cuando tenemos delante un plato de sabores intensos, requerimos de un vino que sea igualmente potente.
Un ejemplo: para las carnes rojas, un vino tinto robusto como un Cabernet Sauvignon será ideal. Sin embargo, si vamos a comer pescado o carnes blancas, necesitamos un vino blanco y que sea más suave, como un Chardonnay.
Armoniza el dulce y salado
Un enfoque clásico a la hora de hacer un maridaje de vinos correcto, consiste en equilibrar los sabores dulces y los salados. El contraste entre los matices salados e intensos del queso azul y la dulzura de un Porto tendrán como resultado una experiencia deliciosa.
Recuerda que nuestros expertos pueden ayudarte con el catering de un evento.
Juega con la acidez
Si nunca te habías planteado qué es el maridaje y estás entrando en este mundo por primera vez, te aseguramos que engancha, y es que las combinaciones son muchas.
Le toca el turno al ácido. Ante platos con un toque de acidez, como las ensaladas o pescados con limón, necesitamos un vino que también tenga un toque ácido, como el Sauvignon Blanc. La combinación de ácido con ácido ayudará a evitar que el vino pierda su frescura, y acentuará los sabores del plato.
Ten en cuenta las texturas
La textura del vino es un componente clave a la hora de entender qué significa el maridaje en toda su extensión. Ante determinados platos copiosos o grasos, por ejemplo, es indispensable elegir un vino con taninos marcados y bien definidos, que nos ayudarán a limpiar el paladar. Ten en cuenta que los taninos del vino son responsables de generar la sensación de sequedad y astringencia tan propia de algunos vinos tintos.
Ante la duda, elige un vino espumoso
A la hora de maridar, tenemos algunas opciones que son muy versátiles y que nos pueden ayudar cuando no sabemos qué elegir. Es el caso de los vinos espumosos, como el Champagne, que nos puede servir tanto para equilibrar la grasa de los clásicos aperitivos fritos, como para aportar matices y realzar el sabor de postres ligeros.
En la alta gastronomía, entender bien qué es el maridaje de vinos y qué papel juega es fundamental si queremos disfrutar de experiencias sensoriales completas. Tanto es así que los sommeliers son piezas clave y guían al comensal durante el catering para escoger siempre el vino adecuado para el menú. Si estás pensando en organizar un evento y quieres que te ayudemos, contacta con nosotros aquí.